Los países que favorecen el aprendizaje activo están a la cabeza de la educación mundial
Muchas son las diferencias que guardan entre sí los sistemas educativos de países como Singapur, Finlandia o Polonia situados a la cabeza de la educación mundial según el informe PISA u otros estudios como el TIMSS o el PIRLS. Sin embargo, también comparten algunas de las claves que se perfilan como básicas para alcanzar un alto nivel educativo: la apuesta por el aprendizaje activo de los estudiantes y la resolución de problemas en detrimento de la memorización, el fomento de la responsabilidad y el esfuerzo en los estudiantes, y la exigente formación de los docentes. Te presentamos una serie de artículos e infografías en los que se desgranan las principales características y tendencias de algunos de los países líderes en educación.
LOS MEJORES SISTEMAS EDUCATIVOS DEL MUNDO
Finlandia: la educación de referencia que implica a toda la comunidad y está en constante actualización
El sistema educativo finlandés está considerado uno de los mejores del mundo, especialmente por sus buenos resultados en los Informes Pisa, la evaluación que realiza la OCDE cada tres años. Entre sus rasgos más destacados figura su fomento de la creatividad, la curiosidad, la participación y el emprendimiento, y su apuesta por la personalización del aprendizaje.
Singapur: un sistema flexible y diverso donde los alumnos aprenden a pensar
Su sistema educativo lleva una década situándose como uno de los mejores del mundo en las clasificaciones internacionales: obtuvo el segundo puesto en PISA 2012 y el informe Pearson lo sitúa en el tercer puesto mundial. Desde 1997, además, ha desarrollado el programa “Thinking Schools, Learning Nation” (Escuelas que piensan, Nación que aprende), basado en personalizar la educación adaptándola a las necesidades y capacidades de cada alumno.
Corea del Sur: la apuesta por las TIC y la educación exigente como motor del desarrollo
El Informe PISA y otros sondeos y encuestas, como el TIMSS o el PIRLS, la sitúan a la cabeza de la educación, superando incluso a países como Finlandia, tradicionalmente en la vanguardia educativa. Sus estudiantes, sin embargo, son los más infelices del mundo.
Japón: la educación que exige a toda la comunidad educativa responsabilidad, esfuerzo y creatividad para resolver problemas
El modelo educativo de Japón se caracteriza por su eficiencia y está estrechamente relacionado con las características culturales y sociales del país asiático, que mezcla el trabajo en equipo y la meritocracia. Además de alcanzar muy buenos resultados en pruebas internacionales como TIMSS o PISA, los expertos destacan la disciplina y la formación de alta calidad que logran sus estudiantes.
Canadá: una educación flexible e inclusiva que se adapta a los alumnos y los territorios
Los resultados de las pruebas PISA 2012 sitúan a los estudiantes canadienses de 15 años en los primeros puestos mundiales de las categorías de Ciencias y Lectura y por encima de la media en Matemáticas. Lo mismo ocurrió en el estudio internacional PIRLS 2011, realizado a niños de 9 y 10 años y centrado en la competencia lectora. Entre los aspectos más destacados de su sistema educativo figuran la adaptación de la educación a los territorios y los centros, la atención a la diversidad y el respeto al bilingüismo.
Polonia: un sistema educativo descentralizado que aboga por la libertad metodológica y el desarrollo de las competencias
Con un tamaño similar al de España, pero una economía mucho más pobre, Polonia se ha convertido en el último milagro educativo. Las reformas llevadas a cabo por el Gobierno en 1999 han logrado que, pese a la poca inversión dedicada a educación, Polonia se sitúe entre los diez primeros países de las pruebas PISA.
OTROS PAÍSES
Nueva Zelanda: innovación pedagógica, TIC y evaluaciones enfocadas al futuro
El sistema educativo neozelandés se ha convertido en los últimos años en uno de los más avanzados del mundo. Situado en los primeros puestos del Informe PISA, constituye un ejemplo de integración cultural, por su esfuerzo por recuperar y preservar la cultura maorí, y de innovación pedagógica, por su fomento de la flexibilidad pedagógica y la creatividad. Este auge es consecuencia de las reformas llevadas a cabo en la década de los años noventa.
Reino Unido: la tradición educativa que apuesta por la innovación y la autonomía, la investigación y la participación del alumno
Los resultados del Reino Unido en PISA y otras evaluaciones internacionales siguen siendo buenos, aunque han empeorado ligeramente en los últimos años. Además, el país cuenta con una educación superior muy prestigiosa y los datos del estudio Education at a glance de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) lo sitúan entre las diez naciones más cultas del mundo.
Rusia: un sistema exigente que promueve el trabajo colaborativo
La educación soviética estuvo considerada como una de las mejores del mundo y, aunque el sistema ha evolucionado mucho desde la disolución de la URSS en 1991, Rusia sigue situándose entre los países líderes en el ámbito educativo. De hecho, en 2014 el informe Pearson sitúa la educación rusa como la octava mejor de Europa y la décimo tercera del mundo (con una mejora de 13 puestos respecto a 2012).
LAS CLAVES DEL ÉXITO
Al repasar los sistemas educativos más avanzados del mundo, se hace evidente que hay determinadas características compartidas que ayudan a impulsar la educación y a elevar el nivel y la preparación tanto de los estudiantes como de los docentes.
Una de las más elementales y recurrentes es la preocupación e implicación de la sociedad en la mejora educativa, y la concepción de la educación como un motor de futuro y desarrollo.
Es esta preocupación, y la búsqueda de soluciones para mejorar, la que ha llevado en muchos casos a una descentralización del sistema educativo que ha permitido flexibilizar los currículos y la gestión de los centros en primera instancia, y personalizar el proceso de enseñanza-aprendizaje después. Esta personalización, presente en muchos de los sistemas educativos de estos países, permite adaptar la enseñanza a las necesidades de cada alumno y atender la diversidad de aula para que nadie se quede atrás, y todos los estudiantes puedan desarrollar al máximo todas sus capacidades.
Para conseguirlo, la mayoría de los países líderes en educación abogan por un aprendizaje activo, que convierta al alumno en protagonista del proceso, le dé responsabilidades y autonomía, apueste por su creatividad en detrimento de la memorización, y le enseñe a pensar para poder resolver con éxito los problemas que se le planteen.
Normalmente, este objetivo va acompañado de libertad metodológica para los docentes, que en muchos casos pueden aplicar los métodos y el estilo de enseñanza que consideren necesario para conseguir que sus alumnos desarrollen las competencias y las habilidades necesarias, y alcancen una comprensión y asimilación de los conceptos adecuada.
Esta libertad metodológica, en muchos casos, viene respaldada por una exigente formación de los docentes, muy valorados y respetados, que tienen el derecho y la obligación de actualizarse, y que se ven sometidos a evaluaciones periódicas.
La competencia digital y el uso y fomento de las TIC como motor de desarrollo educativo y herramienta indispensable para aplicar las nuevas metodologías o promover la investigación también es una constante en los países a la cabeza de la educación.
Intentamos absorber todas estas tendencias educativas para poder acompañar a los docentes en el cambio educativo y promover la excelencia del sistema. De este modo, el servicio digital ofrece la posibilidad de personalizar tanto los contenidos como las programaciones didácticas, de modo que cada centro educativo o docente pueda dar respuesta a sus necesidades educativas y atender a la diversidad. En este sentido, también incluye herramientas, para asignar tareas y recursos de forma diferenciada, y ayudar a que cada alumno aprenda en función de sus capacidades y su ritmo de aprendizaje.
Esta flexibilidad, así como la variedad de recursos y los distintos lenguajes en los que están desarrollados (audiovisual, gráfico, interactivo etc.), favorecen también la aplicación de nuevas metodologías, como la pedagogía inversa o flipped classroom, el aprendizaje basado en proyectos, las inteligencias múltiples, el aprendizaje colaborativo o el trabajo por competencias, que fomentan el aprendizaje activo de los alumnos.