Problemas de lectura más comunes durante el aprendizaje
Puede suceder que el niño o niña sufra un retraso en el desarrollo de la adquisición de la lectura y, por ende, en la escritura. Este retraso suele aparecer en la edad en la que los niños/as comienzan a aprender a leer, entre los 6 y 8 años de edad. A continuación, vamos a ver algunas de las causas por las que pueden sufrir un retraso en esta etapa. Mientras tanto dejo algunos libros para el verano que puedes incluir en la maleta, durante las vacaciones.
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Dislexia
Las personas que sufren dislexia encuentran muchas dificultades a la hora de aprender a leer utilizando los métodos más convencionales. Esta dificultad no está reñida, en cualquier caso, con el nivel de inteligencia o el entorno en el que viven.
La dislexia hace que las personas que la posean tengan dificultades para reconocer las letras o cuáles son los sonidos que les corresponde. Además pueden tener dificultades para pronunciar palabras nuevas o hacer rimas. También pueden olvidar relativamente fácil palabras que ya han visto antes y las conocen.Es cierto que a los niños con dislexia les cuesta mucho tiempo familiarizarse con las palabras, con unas más que otras. Les es más complicado reconocerla a simple vista y, aunque las aprenden, pueden olvidarlas fácilmente. En otras ocasiones la dislexia puede hacer que omitamos palabras o no sepamos donde colocarlas.
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Problemas de lectura más comunes: Disortografía
Nos encontramos con otra dificultad a la hora de leer y escribir, la cuál hace difícil la aplicación de las normas de ortografía a la escritura. Esta dificultad puede estar asociada o no a la dislexia o a la disgrafía, que la veremos a continuación. Por lo tanto nos quedamos con el conjunto de errores de escritura que afectan a la palabra y no a su trazo ortografía.
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Disgrafía
Nos encontramos ante otra dificultad de tipo funcional la cuál afecta a la lectura y a la escritura. Este trastorno puede ser uno de los que afecten a la facultad de escribir y leer.
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Problemas de lectura más comunes: ¿Cómo detectarlos?
Es importantísimo que comencemos a saber las cáusas que dificultan al niño/a en la capacidad de lectura y escritura. Conociendo qué le sucede nos permitirá escoger las herramientas y métodos más adecuados, para ayudarlo en esta labor.
El diagnóstico lo tiene que hacer una persona cualifícada, evidentemente, pero los padres o tutores deberemos estar pendiente, observar, tomar apuntes y luego explicarlo todo a un profesional. Recuerda lo esencial que es diagnosticar perfectamente los trastornos que podría padecer el menor.
En este sentido hemos de descartar una serie de factores, como: ausencia de problemas de visión y de audición, ausencia de problemas físicos, ausencia de desórdenes emocionales o neurológicos y cociente intelectual normal.
Si entendemos las dificultades del niño con la lectura sabremos como ayudarle. Para ello es una gran idea observar el comportamiento y los patrones de conducta del propio niño.
¿Qué debemos hacer?
Para empezar observar si hay un deterioro en la lectura o un rendimiento por debajo de lo esperado para la edad y el curso donde esté el niño. Si conseguimos ayudarle a leer mejor también les ayudaremos a aprender a escribir mejor.
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Hablar con el profesor
Lo mejor que podemos hacer, cuando hay sospecha, es hablar con los profesores del niño/a. De esta manera estaremos al día de como van las cosas y si ven que el pequeño presenta alguna dificultad en clase. El maestro podría ayudar o apoyar al niño en clase cuando vea que tienen problemas con la lectura y la escritura.
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Hablar con el médico
Una vez que hayamos hablado con los profesores y hayamos observado al niño para saber sus patrones de conducta y sus posibles desencadenantes, hemos de hablar con el médico. Es una gran idea contarle al doctor lo que hemos observado en casa y lo que nos han contado los profesores. Quizás no solo tenga dificultades con el aprendizaje lector, sino en más campos. El médico debe descartar algunas causas como el TDAH, por ejemplo.
No solo el médico de cabecera existe pues hay más profesionales que pueden ayudar al niño/a, por ejemplo el psicólogo cuando es recomendado y así podrá determinar si tiene alguna dificultad o es otra cosa como falta de atención o hiperactividad.
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Otros problemas de lectura más comunes
Otros problemas pueden ser el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Es cierto que algunas personas confunden la dislexia con el TDAH pero no son lo mismo y esto debe dictaminarlo el médico. Los niños con dificultades con la lectura podrían ser inquietos y esto puede confundirse.
Otro tipo de trastorno en este caso auditivo es el trastorno del procesamiento auditivo o TPA, el cuál afecta a la habilidad de los niños para procesar la información que escuchan. Esto puede dificultar que los pequeños entiendan bien lo que las personas hablan o bien la dificultad de seguir una historia en voz alta. Piensa que la lectura requiere ser capaz de conectar los sonidos con la letras.
Otras dificultades pueden ser de carácter visual, por ejemplo que los niños tengan algún tipo de problema para ver las letras, las diferencias entre ellas o las formas de las mismas. Si no ven las letras correctas no las pueden leer y los niños pueden entrecerrar los ojos o cerrar un osolo, para intentarlo.
Algo que podemos hacer para ayudar a los niños es leer juntos, pues ayuda a reforzar las habilidades de lectura de los pequeños. También disfrutarán mucho si les leemos los adultos. Los niños disfrutarán escuchando las historias y no estarán tensos experimentando la dificultad de leerlos por su cuenta.
Busca temas que les interesen leer a estos niños, para que quieran pasar más tiempo dentro del mundo de la lectura. Recuerda que no tienen que ser solo libros sino también revistas, cómics incluso fábulas como las fábulas de Esopo las cuales se han editado en tres colecciones de fábulas cortas escritas en prosa o en verso, y todas con una moraleja final e ideales para los niños/as.