Por qué debemos admirar a los maestros
Por qué debemos admirar a los maestros y darles las gracias.
La práctica educativa de los docentes es una actividad dinámica, reflexiva, que comprende los acontecimientos ocurridos en la interacción entre maestro y alumnos. No se limita al concepto de docencia, es decir, a los procesos educativos que tienen lugar dentro del salón de clases, incluye la intervención pedagógica ocurrida antes y después de los procesos interactivos en el aula.
Casi todos nosotros somos unos ignorantes, hasta que un día llega un buen señor y nos hace ver las cosas de otra manera, nos enfoca a diferentes perspectivas de la vida a la que nosotros solos no hubiéramos llegado en mucho tiempo. Hace poco en mi cabeza merodeaba la duda de mis conocimientos, mis intereses y las cosas que no me gustan. Hoy quiero contaros por qué debemos admirar a los maestros, por qué le debemos tanto y por qué ellos siguen haciendo lo que viene siendo su vocación: enseñarnos a pensar.
Yo podría haber sido maestra. Tú seguramente también, o ya lo eres. Desgraciadamente, y a pesar de que los padres insisten en que nos hagamos maestros por los tres meses que pasan de vacaciones, educar nunca ha sido mi vocación. Sin embargo, hoy quiero contaros por qué debemos admirar a aquellas personas que nos han dado una educación, que han aguantado lo inaguantable para que tú siguieras adelante y que hoy en día siguen luchando por una educación de calidad.
Lo cierto es que siempre he sentido curiosidad por la carrera de la maestría, me apasiona saber cómo pueden ellos educarnos, hacernos personas, enseñarnos cómo es el mundo y lo más importante, enseñarnos a pensar. Gracias a ellos, las generaciones de hoy en día gozan de conocimientos extensos, han sabido expresarse y sobre todo, a ellos les debemos que tengamos una cabeza pensante. Seguro que os acordáis de ese profesor estricto y gruñón que maldecíais cada día. Seguro que también, con el paso de los años, habéis aprendido que sus lecciones no solo eran académicas, sino que nos estaba dando una lección de vida. Y ahora yo les pregunto, ¿por qué debemos admirar a los maestros?
Potencian nuestro espíritu crítico
Por primera vez pienso que alguien nos está formando, nos están haciendo capaces de pensar. No solo hablo de estudiar libros y aprender historia sino que, los maestros hacen que cambiemos la perspectiva, veamos tanto el lado bueno como el malo y además, que podamos decidir por nosotros mismos. El maestro que abre debate entre los alumnos está potenciando el espíritu crítico y la capacidad de decisión, así como mantener las ideas firmes o en algún caso, cambiar de perspectiva.
Deberíamos triplicar el sueldo de los maestros. hacer de ellos una profesión bien pagada, rigurosa, de élite. Son nuestra única salvación.
Trabajan las emociones
Un docente que hace que las emociones formen parte de la vida del alumno. Como en cada situación de la vida, nos enseñan que las emociones que vivimos facilitan no solo el adquirir conocimientos, sino que además es una herramienta muy útil para evitar problemas futuros. Quizá pienses que nunca te has visto expuesto a una situación en la que tuvieras que trabajar las emociones, pero créeme cuando te digo, que los maestros saben por dónde se andan, saben cómo hacer que las emociones ocupen un lugar en primera fila. Cuando hablamos de educación, no solo estamos hablando del conocimiento de la materia sino que además aprendemos a tratar a los demás y trabajamos las emociones.
Muchas veces, recuerdo cuando tenía menos edad y como todos los maestros, nos hacían presentarnos uno a uno al principio del curso. Me ponía nerviosa y no sabía que decir. Al final acababa diciendo tonterías varias. Además de la edad, hoy en día creo que sirve de gran ayuda que los maestros tratan de potenciar la habilidad social del alumno, así como la integración del mismo en un conjunto. Trabajar en equipo significa éxito, y eso es justamente lo que nos quieren enseñar.
No solo fomentan la lectura
Como cada ser humano, la vida se trata de prueba y error. Cuando el profesor no nos mandaba, nos obligaba a leer libros fue cuando descubrí que me gustaba leer. Podría no haberme gustado, podría haberlo odiado tanto como odio las matemáticas o las integrales o podría haberlo ignorado. Sin embargo, los maestros no solo se centran el estudiar las materias, sino que además, te abren las puertas a todo un mundo por descubrir. Quizá te guste la literatura, quizá seas un fanático de las matemáticas o en el futuro te gustan los idiomas. Lo cierto es, que gracias a ellos tenemos la oportunidad de descubrir nuestros gustos e intereses.
Debemos agradecer la labor de los maestros, su vocación consiste en preocuparse por las personas, en centrarlas en el estudio de la materia y en hacernos seres humanos. Los docentes son aquellas personas a quienes todos, de algún modo u otro, debemos algo. La educación es la única vía de escape que nos que nos queda, sin conocimiento nos volvemos ignorantes, si somos ignorantes no apreciamos la vida y no podemos mirar desde otro punto de vista. Gracias a los maestros, que trabajan más de lo que pensamos y tienen el talento de aun siendo docentes, nunca dejan de aprender.