Reflexión: La educación en tiempos de cuarentena
Reflexión: La educación en tiempos de cuarentena
Hace ya muchos años, a finales de la II guerra mundial, Alberth Camus decía “Cambia al mundo y en él los hombres y hasta el entorno. Sólo la enseñanza no ha cambiado. Lo que quiere decir que a los niños se les enseña a vivir y a pensar para un mundo que ya no existe”. Estas palabras para la época sonaban a la vez a profecía y a blasfemia, hoy, cuando el cambio se ha convertido en característica determinante del tiempo, adquiere una significación y un alcance muy especial.
Con todo esto se analiza una situación que, si bien es cierto, con el pasar del tiempo se ha necesitado,
pero a muchos le ha costado aceptarlo, por ejemplo, vemos maestros del pasado formando a niños del presente, estos docentes se han visto en la necesidad de afrontar nuevos retos para ir a la par con las nuevas tecnologías, dar clases a distancia, generar nuevos métodos y estrategias de enseñanza. Todo esto ocasionado por una pandemia, que dio como resultado el uso exclusivo de toda herramienta digital.
Se sabe que no hubo tiempo para planificar, pensar, detenerse, preguntarse,
no hubo el tiempo para realizar un proyecto dedicado a este contexto. La educación a distancia fue una salida de emergencia, para que no se pierda nada de lo que ya se ha ganado, que los niños y niñas no se atrasen en cada grado escolar
Lo que nos hace reflexionar qué es y qué función tiene la evaluación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, abriendo la mente a los docentes, que tienen que ser ágiles, abiertos y creativos, no sólo el que acepta respuesta que tiene una única salida, ese sigue siendo aquel docente del siglo 19 un robot que sigue reglas estrictas que no favorecen la creatividad.
No tan sólo los docentes evolucionan en este contexto, la familia acompaña de forma más cercana a sus hijos(as),
adolescentes y jóvenes, lo que quizás genere más empatía de padres e hijos y viceversa en la enseña de cada uno, posiblemente en algunos padres al principio generaría un estrés por lo que más adelante ha llevado a que se adapten a este ámbito que se ha vuelto su día a día, pero no todo puede ser negativo, de todo esto puede resultar una afinidad entre padres e hijos, que más adelante fortalezca la educación del niño(a) o adolescente.
En fin, este despertar de consciencia, nos invita tanto a padres los principales educadores de los hijos, como a los docentes, una oportunidad para que tengan una mirada más empática, más humana al servicio de la enseñanza.
El reto es utilizar la tecnología favor de esta situación, a pesar de la distancia siempre mostrarse cerca,
con experiencias on line, videos, video llamadas, plataformas virtuales, textos escritos por ambos que incluyan su vivencia personal en la cuarentena, permitiendo que circule el afecto, el abrazo en palabras. Siempre tomando en cuenta que la salud física incluye la psíquica y emocional, por eso hoy más que nunca debemos saber expresarnos y enseñarlos hacerlo.
Fuente: SIGEDU