¿Cómo manejar en casa la educación de niños con necesidades especiales?
¿Cómo manejar en casa la educación de niños con necesidades especiales?
Lo que los expertos denominan “manejo de la conducta” no tiene nada que ver con castigar o desmoralizar a su hijo. Al contrario, se trata de una manera de establecer límites y comunicar las expectativas con amor, para educar de la mejor forma. Corregir los actos de los niños, mostrándoles qué está bien y qué no, qué es aceptable y qué no, es una de las maneras más importantes en las que todos los padres pueden mostrarles a sus hijos cuanto los aman y se preocupen por ellos
.
Por ello te damos algunas estrategias para ayudar en la disciplina de los niños con necesidades especiales.
-
Sea coherente
Los beneficios de la disciplina son los mismos, sin importar si se trata de niños con necesidades especiales. De hecho, los niños que tienen problemas para aprender responden muy bien a la disciplina y la estructura. Corregir a los niños implica establecer normas (ya sea que se trate de fijar una rutina matinal o de modales a la hora de la cena) para luego enseñarles cómo alcanzar esas expectativas.
-
Utilice recompensas y consecuencias
Trabaje con un sistema que incluya recompensas (refuerzo positivo) para las conductas adecuadas y consecuencias naturales para la conducta inadecuada. Las consecuencias naturales son castigos relacionados directamente con la conducta. Por ejemplo, si su hijo arroja comida, le quitará el plato.
Pero no todos los niños responden a las consecuencias naturales; por lo tanto, es posible que las consecuencias deban coincidir con los valores de su hijo. Por ejemplo, un niño autista a quien le agrada pasar el tiempo solo podría considerar la penitencia tradicional como una recompensa; en su lugar, quítele su juguete o videojuego favorito durante un período de tiempo.
Ofrézcale una conducta alternativa. Por ejemplo, si su hijo está hablando demasiado fuerte o golpeando para que le preste atención, trabaje para reemplazar estas actitudes por conductas adecuadas como decir o indicar “ayúdame” o llamar su atención de maneras adecuadas, como tocarle el hombro. La ignorancia activa es una buena consecuencia para el mal comportamiento que va dirigido a obtener su atención. Esto significa que no recompensará una conducta inadecuada con su atención (aun cuando se trate de atención negativa, como un reto o un grito).
-
Utilice mensajes simples y claros
Comunique sus expectativas a su hijo de manera sencilla. En el caso de niños con necesidades especiales, tal vez sea necesario hacer algo más que simplemente expresar las expectativas. Tal vez necesite usar imágenes, actuar o realizar gestos para asegurarse de que su hijo sepa qué es lo que se espera de él.
-
Felicítelo
Aliente el esfuerzo y los logros recordándole a su hijo lo que puede obtener si alcanza las metas que usted fijó, ya sea que se trate de autoadhesivos, tiempo para pasar frente a una pantalla o escuchar su canción favorita. Y asegúrese de felicitar y recompensar a su hijo tanto por el esfuerzo como por el éxito. Por lo tanto, si un niño se rehúsa a ir de cuerpo en el baño, puede recompensarlo por utilizar un orinal cerca del baño.
-
Establezca una rutina
Los niños con determinadas afecciones, como autismo o ADHD (síndrome de déficit de atención con hiperactividad), responden particularmente bien a la disciplina que se basa en saber exactamente qué ocurrirá a continuación. Por lo tanto, intente respetar la misma rutina todos los días. Por ejemplo: si su hijo suele estar agotado por la tarde, después de la escuela, establezca un horario de tiempo libre. Tal vez necesite un refrigerio antes de hacer la tarea, para finalmente disfrutar de un rato de juego.
Si su hijo aún no habla o habla poco, haga dibujos o use autoadhesivos para indicar qué ocurrirá a continuación. Establezca un horario realista y aliente a su hijo a que brinde información cuando corresponda.
-
Crea en su hijo
Si usted cree que su hijo puede hacer algo, le da la fuerza necesaria para que alcance esa meta. Lo mismo ocurre con la conducta. Por ejemplo, si su hijo es demasiado agresivo cuando juega con otros niños, no detenga el juego abruptamente. Por el contrario, trabaje con su hijo para limitar la rudeza del juego. Utilice la disciplina cuando sea necesario, retirando al niño del juego, obligando a respetar turnos y fijando reglas que impidan el contacto; y ofrezca recompensas cuando se cumplan sus deseos.
-
Confíe en sus capacidades
La disciplina es una tarea agotadora. Habrá días buenos en los que estará encantado con los avances de su hijo, días malos en los que parecerá que todo el trabajo arduo fue olvidado, y mesetas en las que parecerá imposible avanzar más. Pero recuerde: el manejo de la conducta es un desafío para todos los padres, incluso los de niños con un desarrollo típico. Por lo tanto, ¡no se dé por vencido!