ORIGAMI: Educación Creativa
El origami, según la real academia española, se define como el arte que consiste en la creación de figuras doblando y plegando adecuadamente un trozo de papel, es decir, pueden crearse múltiples formas, figuras e incluso pequeñas esculturas de papel. Su etimología proviene de los vocablos japoneses “ori ”que significa doblar y “Kami ” es papel.
En este sentido, este arte se emplea para desarrollar una Educación creativa, diferente y sobre todo, divertida. Brinda una educación individualizada, donde el niño es protagonista de su aprendizaje, creando valores como el respeto, paciencia y compañerismo al entender que cada niño tiene su ritmo de aprendizaje. Asimismo, el origami potencia las inteligencias múltiples, en especial la lógico-matemática, espacial e intrapersonal.
Introducir este arte en los cursos tiene múltiples beneficios entre los que destaca la mejora de la psicomotricidad fina, ya que ayuda a la coordinación motriz de los dedos, manos, codos y hombros, así como la coordinación manos- ojos.
Fomentar la creatividad es otro de sus muchos beneficios, debido a que el niño puede crear sus propias figuras. Potencia su capacidad de visualizar e imaginar. Simultáneamente, acelera el proceso de maduración del cerebro, ya que la papiroflexia exige coordinación de ambos hemisferios cerebrales.
Este arte se basa en diagramas que marcan los pasos para la ejecución de ciertas formas básicas, a partir de la cual se obtienen muchas de las figuras. De esta manera, el niño aprenderá a repasar las opciones de geometría y simetría; para comprender conceptos matemáticos como la diagonal, el vértice, las rectas paralelas y las perpendiculares. Incluso, existen estudios donde muestran como resolver ecuaciones de tercer grado por medio de la papiroflexia.
Asimismo, el origami ayuda a comprender conceptos espaciales, como arriba, abajo, detrás, delante.
Bajo este mismo tema, entramos en sus beneficios psicológicos donde se ha comprobado que este arte es una herramienta muy útil para la concentración, ya que para la elaboración de una figura es incompatible con la realización de otra tarea.
Regula la respiración y el ritmo cardiaco, por lo que podría considerarse una técnica perfecta de mindfulness.
Este tipo de actividad mejora la tolerancia a la frustración, ya que hasta conseguir el resultado esperado, hay que realizar pruebas de ensayo-error que aumentan los niveles de
satisfacción y de esfuerzo.
El origami aporta grandes beneficios a estudiantes con dislexia y TDAH. Ayuda a la fijación de la lateralidad de los hemisferios y a ejercitar el sentido del orden ya que para
obtener los resultados deseados, los pasos deben ejecutarse de forma ordenada.
De esta manera, la practica de la papiroflexia mejora el autoestima del niño ya que cada acierto es un éxito que motiva a seguir probando y practicando.